Desafiando los años y uno de los ataques más feroces que ha enfrentado en Roland Garros, Rafael Nadal ganó el domingo el Abierto de Francia, al vencer al austriaco Dominic Thiem por 6-3 5-7 6-1 6-1 para adjudicarse un récord de 12 títulos en el torneo.
El segundo cabeza de serie, que ha ganado 18 majors, también se convirtió el domingo en el primer tenista en ganar el mismo Grand Slam 12 veces, dejando en el pasado el récord de Margaret Court que triunfó en 11 ocasiones en el Abierto de Australia.
Nadal tomó las riendas del partido al ganar un exigente primer set, pero Thiem -que estuvo en la cancha por cuatro días consecutivos debido a la suspensión del viernes por mal tiempo- se mantuvo firme y luchó por mantener el nivel. La respuesta de Nadal fue brutal y ganó 16 de los 17 puntos del tercer set contra un Thiem cansado en menos de media hora.
El español de 33 años, cuya trayectoria en Roland Garros se inició en el 2005, transitó cómodo el cuarto set y lo finiquitó cuando Thiem le envió una derecha larga.
Nadal tuvo un oponente que jugó a altísimo nivel durante gran parte de la final disputada en la cancha central Philippe Chatrier.
Thiem sacó a relucir lo mejor de su juventud con golpes firmes a la pelota y un propósito claro de agresión al rival. Sin embargo no fue suficiente. Ni siquiera estuvo cerca de lo suficiente antes de, finalmente, perder el impulso.
"Quiero felicitar a Dominic. Lo lamento (...) él lo merecía. Tiene la intensidad absoluta y la pasión para este deporte. Le deseo lo mejor para el futuro", añadió el español.
Thiem lució sólido y resuleto. Pero la postergación por lluvia de su juego de semifinal en el que venció al número uno del mundo Novak Djokovic pudo haberle pasado la cuenta a nivel sicológico.
EL austriaco debió jugar el jueves, viernes, sábado y domingo, mientras que Nadal descansó el sábado después de haber despachado a Federer en la semifinal del viernes antes de que empezara a llover.
Ciertamente requirió un esfuerzo monumental para Thiem mantenerse positivo después de jugar un set de apertura al nivel que lo hizo y terminarlo con las manos vacías.
Thiem lanzó impresionantes reveses, buscó las líneas con su derecha y el estallido sólido de su saque resonó en toda la pista. Se apuntó el primer "break" del partido y se puso por delante 3-2 en el set inicial, pero cuatro juegos después ya había perdido la primera manga por 6-3.
Nadal daba así otro paso inexorable hacia la corona.
Al finalizar el partido, Thiem tuvo solo palabras de admiración para el español.
"Amo este torneo con todo mi corazón, los quiero a ustedes con todo mi corazón", dijo ante la multitud.
"Por supuesto que estoy muy triste por haber perdido", añadió, antes de dirigirse a Nadal. "Eres una tremenda leyenda en nuestro deporte, estamos realmente felices de que estés jugando (...) Voy a intentarlo el año que viene de seguro".
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