El Liverpool inglés clasificó el miércoles a la final de la Liga de Campeones, donde se medirá con el monarca defensor Real Madrid pese a caer 4-2 como visitante ante la Roma.
El conjunto inglés se metió en el choque decisivo con un resultado agregado de 7-6.
Liverpool, que chocará con el Madrid el 26 de mayo en Kiev en la que será su primera final continental desde 2007, estuvo en ventaja dos veces, pero terminó sufriendo con la levantada final del equipo italiano.
"Lamentablemente, nunca hacemos las cosas fáciles", dijo el capitán del Liverpool Jordan Henderson. "Fue un esfuerzo increíble. En la primera parte hicimos las cosas bien y marcamos buenos goles, y en general manejamos bien la situación si sacamos los últimos 10 minutos del partido".
La tarea del Liverpool parecía bastante clara: evitar una derrota por tres goles para asegurarse el pasaje a Kiev. Su victoria 5-2 en la ida en Anfield era una ventaja amplia, pero la eliminación del Barcelona en la capital italiana tras una goleada en la ida era un recordatorio contra la complacencia.
La multitud que abarrotó el estadio Olímpico creía que la hazaña podía repetirse y el aliento fue ensordecedor en el inicio del partido cuando la Roma intentó acorralar al Liverpool.
La Roma se impuso con un autogol de James Milner a los 15 minutos, un tanto de Edin Dzeko a los 52 y un doblete de Radja Nainggolan a los 86 y 94 minutos. Sadio Mané y Georginio Wijnaldum anotaron a los 9 y 25 minutos, respectivamente, para el visitante.
"Los muchachos hicieron algo extraordinario y puedo asegurarles que no es fácil, después de que te marquen dos goles para quedar en desventaja de 2-1, recuperarse de esta forma. Fue un partido casi perfecto. Esto debe convencernos de que podemos competir a este nivel", dijo el DT de la Roma, Eusebio Di Francesco.
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