El Tottenham Hotspur castigó este domingo con dureza los infantiles errores defensivos del Liverpool y lo condenó a una humillante derrota por 4-1 en Wembley, que deja al conjunto entrenado por Mauricio Pochettino empatado a puntos en la segunda posición de la Premier League con el Manchester United.
Como suele ser habitual, brilló por encima del resto Harry Kane -autor de un doblete-, quien sacó los colores a una defensa de los 'Reds' que volvió a naufragar en un gran escenario y a evidenciar problemas serios con los balones a la espalda y en las jugadas a balón parado.
Kane, por partida doble -38 goles en lo que llevamos de año en todas las competiciones-, Heung-min Son y Dele Alli vieron portería en los londinenses, que se consolidan como alternativa a City y United en la Premier.
No acusó el Tottenham la resaca continental tras el 1-1 del Santiago Bernabéu todavía fresco, y este domingo pasó sin miramientos por encima de un Liverpool lastrado una vez más por su endeble defensa. Pochettino introdujo tres cambios con respecto al equipo que empató en Madrid: entraron Son, Alli y Trippier, y se quedaron en el banquillo Sissoko, Llorente y Dier, en el 3-4-2-1 del técnico argentino.
En el Liverpool, que se presentó en Wembley con la moral recargada tras la goleada sobre el Maribor (0-7), Jürgen Klopp hizo también tres cambios. Winjaldum, lesionado, le dejó su sitio a Henderson, mientras que Gómez y Mignolet volvieron al equipo en lugar de Karius y Alexander-Arnold, respectivamente.
Bajo la atenta mirada de Diego Maradona, que lució orgulloso una bufanda del Tottenham y recibió en el descanso una camiseta con su nombre, los hombres de Pochettino se dieron un festín. A los cuatro minutos ya se habían puesto por delante gracias a un gol de Kane y gracias también al enésimo fallo defensivo de la temporada de Lovren.
El '10' recibió un pase de Trippier por encima de los centrales, sorteó en la salida a Mignolet y definió fácil para encarrilar el partido y celebrar su primer tanto liguero en Wembley.
Los locales no tardaron en explotar la pasividad defensiva y el letargo de los centrales del Liverpool, y a los 12 minutos ya ganaban por 2-0: fallo en el salto de Lovren, Kane le gana la espalda y asiste a Son al corazón del área para que éste empuje de primeras y bata a Mignolet.
La renta pudo ser todavía mayor apenas cuatro minutos más tarde, pero Alli, en otro contragolpe imperial, se topó con el larguero.
Ahí apareció la velocidad de Salah, que, cuando peor estaba su equipo, lo metió de nuevo el partido. El egipcio recortó diferencias en el 24 cuando recibió un gran pase al espacio de Henderson, le ganó en la carrera a los centrales y se sacó un disparo mordido que acabó colándose por el palo largo de Lloris.
Cuando no se había cumplido la primera media hora, Klopp decidió mover fichas, y castigo el penoso encuentro de Lovren mandándolo a la banca y dando entrada a Oxlade-Chamberlain. No varió el esquema el alemán, pero colocó a Can de lateral derecho, a Oxlade de extremo izquierdo y a Coutinho de enganche, de '10'.
Asustaban los visitantes, que se habían metido de lleno en el partido y peleaban por el gol del empate. Sin embargo, otro nuevo error de la zaga fue castigado en el tiempo de descuento de la primera mitad por Alli. Con el reloj marcando el 45+3, Dele recogió un mal rechazo de Matip tras una falta botada en el lateral por Eriksen y el inglés empujó de primeras para restaurar la diferencia de dos goles en el luminoso.
La tónica se mantuvo en la segunda mitad, en la que Kane completó la goleada tras otro fallo de la defensa. A los 11 minutos de la vuelta de vestuarios, el punta inglés, pletórico el último mes y medio de competición, sólo tuvo que empujar al fondo de la red un balón que no acertó a despejar de puños Mignolet y que Firmino rechazó como pudo desde la línea de gol tras un remate inicial de Vertonghen.
También tuvo su minuto de gloria el guardameta Lloris, héroe hace cinco días en Madrid, que evitó que los suyos recibieran el segundo con una 'palomita' de fotografía a disparo desde el balón del área de Coutinho.
El carrusel de cambios en los instantes finales y la amplitud del marcador mermó ligeramente el ritmo del encuentro, y el electrónico de Wembley no se volvió a mover, dando al Tottenham una prestigiosa victoria que lo coloca empatado a puntos en la segunda posición de la Premier League y que evidencia una vez más los flagrantes problemas del Liverpool en su retaguardia.
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