E
l Real Betis, que inició la pasada jornada una fiesta tras su histórico triunfo en el campo del Sevilla (3-5), sigue con la alegría en el cuerpo después de vencer este lunes en su estadio al Leganés (3-2) y situarse cerca de los puestos de Europa a la conclusión de la primera vuelta.
El partido, no obstante, fue de sufrimiento para los locales, que se adelantaron 2-0, pero empataron los visitantes y un penalti transformado por Rubén Castro, en su vuelta, dio el triunfo a los béticos en el tramo final.
Afrontaron ambos equipos este partido que cerró la decimonovena jornada y última de la primera vuelta empatados a veinticuatro puntos, aunque el madrileño con un encuentro menos, el que tiene pendiente contra el Real Madrid y que fue aplazado por la disputa de Mundial de Clubes por parte del conjunto madridista.
También las dos formaciones se citaron en el Benito Villamarín con la moral alta tras sus últimos resultados y con muchas bajas significativas, en el caso del Betis obligadas en la defensa por sanciones y lesiones, y en el Leganés al tener que administrar una apretada semana en la que recibe al Real Madrid en la Copa y después visita al Alavés en la Liga.
Quique Setién, que al igual que su ayudante, Éder Sarabia, no pudo sentarse en el banquillo por segunda jornada seguida al estar sancionado, optó por retrasar a la zona de centrales a Javi García ante la ausencia de los también sancionados Zou Feddal y Aïssa Mandi, y el lateral derecho se lo dio a Francis Guerrero por el lesionado Antonio Barragán.
Asier Garitano, por su parte, tuvo la baja importante del extremo argentino Alexander Szymanowski, pero además dispuso de un equipo muy alternativo en comparación con el habitual once titular.
En esa situación, los verdiblancos salieron dominadores, con una posesión casi absoluta del balón y con un juego rápido de una a otra banda que hizo replegarse a su rival.
Así lo mas lógico fue lo que pasó a los veinte minutos, que el Betis marcara, después de una indefinición defensiva visitante muy bien aprovechada por Sergio León y remachada por Cristian Tello.
Garitano efectuó un cambio obligado por la lesión del central argentino Mauro Dos Santos y dio entrada a su compatriota Martin Mantovani, y también pidió a los suyos que fueran más protagonistas.
El Leganés adelantó entonces sus líneas de presión, pero eso también le dio a los locales otras alternativas en el fútbol directo y de contragolpe.
Tuvo el empate, a los 37 minutos, el centrocampista serbio Darko Brasanac, jugador precisamente cedido por el Betis, pero el meta Antonio Adán lo evitó, lo que no pudo hacer el portero del Leganés, Iván Cuéllar, en una contra de Joaquín Sánchez muy poco después y que supuso el 2-0.
Lo que parecía una plácida ventaja de la formación sevillana al descanso acabó con un ajustado 2-1, pues Gerard Gumbau firmó un zapatazo desde lejos que sorprendió al Adán.
La segunda parte se inició como acabó la primera, con el conjunto madrileño más envalentonado y con un equipo andaluz que quiso controlar el balón para que llegara la oportunidad de poner más tierra de por medio en el marcador.
En esa dinámica el que golpeó fue el Leganés, que, por medio de Javier Eraso, logró el 2-2 a los 71 minutos, lo que obligó a Marcos Álvarez, preparador físico bético, que ejercía de entrenador, a reaccionar y sacar al campo al delantero Rubén Castro, quien debutó esta temporada después de estar cedido la primera fase del campeonato en el fútbol chino.
Se abrió un nuevo partido en el tramo final del encuentro en el que el Betis quiso reaccionar para no dejar escapar los tres puntos y el tercero de los locales fue precisamente de Rubén Castro, de penalti por mano dentro del área del marroquí Nordin Amrabat.
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