ESPECIAL.- Italia suprimirá la obligación de llevar mascarillas al aire libre a partir del 28 de junio, según anunció el Gobierno a última hora del lunes, mientras disminuyen los casos de COVID-19 y las hospitalizaciones.
Las mascarillas obligatorias se impusieron en octubre del año pasado, cuando el país entraba en una segunda oleada de la epidemia y las autoridades tenían dificultades para frenar el aumento de las infecciones.
El Gobierno de Mario Draghi ha ido levantando las restricciones desde abril, abriendo actividades como restaurantes, bares, cines y gimnasios y permitiendo la libertad de movimiento por el país.
El uso de mascarillas fue una de las últimas normas que se mantuvieron en vigor, y seguirá siendo obligatorio en los espacios públicos cerrados.
La decisión entrará en vigor a partir del próximo lunes, cuando se espera que todo el país sea una zona blanca de COVID-19, el nivel de riesgo más bajo del sistema de cuatro niveles de colores que utiliza Italia para calibrar los controles en sus 20 regiones.
Diecinueve de las regiones ya son blancas, con la excepción de la pequeña zona norteña del Valle de Aosta, que es amarilla, lo que denota el segundo nivel de riesgo más bajo.
Los italianos deben seguir llevando una mascarilla cuando salgan de casa y estar preparados para usarla en el exterior cuando se formen multitudes.
Francia y España también ha acordado medidas similares de relajación, aunque sigue habiendo preocupación en Europa por la propagación de la nueva variante Delta, altamente contagiosa.
Alrededor del 26% de los italianos se ha vacunado completamente de COVID-19, mientras que alrededor del 52% ha recibido al menos una inyección, cifras que coinciden a grandes rasgos con las de otros grandes países de la Unión Europea.
Los casos están en su nivel más bajo en 2021 y la presión sobre los hospitales está disminuyendo de manera sostenida.
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